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Dímelo

Vamos dímelo. Dime lo que quieres, que te lo daré.

Pero me resulta tan difícil hazerte feliz corazón, tan dificil conservarte niño.
Así que por favor habla. Necesito saberlo.
No hace falta que me hables en palabras, ni que me envies una señal en una paloma morada. Simplemente necesito que lo sepas, ¿porque lo sabes tú corazón?
¿Lo sabe alguien?

No puedo permitir que continues caminando sin saber donde van tus pies, se que te gusta corazón, pero tus aventuras cada vez les hacen más daño.
Debes saber que nuestras flores, esas que cultivamos con tanto amor desde siempre, se han cansado de esperar la primavera y quieren independizarse.
Y sabes corazón que despues de ellas se iran las abejas que tan dulces resultaban, el Sol que tanta vitalidad nos ha regalado, los árboles con sus enormes y milenarias raíces... incluso la hierba dejara de crecer en nuestro jardín, corazón.

Siempre cantas que te exijen demasiado, pero esta vez corazón, esta vez es importante. Esta vez debes decirlo alto y claro. Porque sólo tú sabes si va a cambiar el tiempo.
Guardaremos silencio. Sólo lo dirás una vez, ¿verdad?

La Luna y yo, que tan solitariamente queremos compañía aguardaremos que te unas a nuestra hora de estudio.
No sólo de fiesta vive una alegria.
No sólo de susurros viven los oidos.
No sólo de agua viven las flores.
No sólo de juegos vivimos todos.

4 comentarios

Corsso Corleone -

Incertidumbre. Esto es lo que nos depara la vida en cada esquina, en cada momento, en cada decisión que debemos tomar. ¿Qué es correcto y qué no? ¿Cómo encontrar nuestro propio camino en esta vida? Quizá a veces tengamos que pararnos, dudar, rectificar.
Quizá a veces simplemente sea más sencillo volver a empezar. Pero no hay nada ni nadie que nos diga qué debemos hacer ni cómo lo debemos hacer. Es a través de nuestra experiencia personal que debemos elaborar nuestras propias decisiones. A veces nos perdemos buscando respuestas que simplemente no existen. Buscamos refugio en consejos y excusas. Pero no hay más que una única vía. La que nos brinda nuestro propio corazón. A veces vivimos tan preocupados en lo que externamente nos rodeo, que nos olvidamos a nosotros mismos y nos dejamos de escuchar. Y ahí es cuando empiezan las dudas, cuando empezamos a ir a contracorriente. Pero si aprendemos a creer en nosotros mismos, a interpretar nuestras propias señales, entonces habremos hecho mucho más que encontrar un modo de despejar ciertas incógnitas. Habremos hallado un camino para forjar nuestra propia identidad.

Brisa -

Mira yo creo que todas las preguntas tienen respuesta y a veces solo hay que saber escucharla, escucharnos. Un poco de silencio, mucho de cariño y paciencia... y aunque dudemos eso que hemos oído es la respuesta a la pregunta, como tantas otras cosas en la vida, a veces solo hay que estar atento para no dejarla pasar.

Mil besitos, me alegra mucho encontrarte de nuevo :)

toshiro -

Qué tus susurros sean atendidos por el candil de unos oídos generosos.
abrazos

almena -

ay el corazón! a veces gritando y a veces tan mudo...