The sandman (parte II)
A pesar de todo, había un niño madrileño que jamás había tenido una pesadilla (aunque sus amigos del colegio lo tenían por mentiroso).
Alejandro (así se llamaba el niño), era el protegido de Boira, su pequeño capricho.
Alejandro no era el mas guapo, ni el mas listo, ni el mas alto, ni el mas bajo. Pero tenia unas cualidades muy especiales;
Era un niño con una inocencia y una imaginación desbordantes y entrañables al mismo tiempo. Un niño que parecía conservar siempre esa esencia infantil que supuestamente se pierde con los años. Boira lo admiraba por eso y, en muchas ocasiones, se había pasado la noche a su lado, observando como él dormía y descuidando a la demás gente.
Había veces, en las que Boira incluso tenía la sensación de que Alejandro la podía presentir; puesto que este, intentaba conversar con el vacio y daba gracias por sus sueños tan placenteros.
Poco a poco, Boira dejó de visitar a la gente de la zona que le pertocaba.
Solo visitaba, noche tras noche, a su niño adorado. Observando como crecía, como la vida le daba alegrías y disgustos y como, pese al tiempo, seguía manteniendo su niñez tan viva.
En mas de una ocasión Boira había llorado de celos (porque Alejandro también se enamoraba) y en mas de una ocasión había tenido que sobrevolar muchas calles para encontrarlo (porque Alejandro dormía en otras casas y camas), pero ésta nunca lo abandonaba, pasase lo que pasase.
La situación no era tan idílica para la gente de Madrid.
Desde hacia mucho tiempo no podían conciliar el sueño y, sin dormir, la gente estaba de mal humor y sus vidas no hacían mas que empeorar.
6 comentarios
Albert -
Ave Fénix -
Te quería mandar un cuento que te iba a gustar...pero veo que no tienes dirección de mail:(!
Bueno, si quieres ya me dices y te lo escribo por aqui que es muy cortito;))bs.
ElPoeta -
Un beso, Blanca
V.
Darthz -
Una sonrisa.
Ave Fénix -
pseudo -
aaaaaaaahhh
me gustó el cuento :D
salutos
que estés bien :)