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Urania

The sandman (parte III)

The sandman (parte III)

Como era de imaginar, el resto de hombres de los sacos de arena, se dieron cuenta de la situación y, muy apenados, fueron a hablar con Boira;

 

- Boira, hemos estado observando lo que has hecho últimamente, y esta situación es insostenible – dijeron ellos – has dejado que tus sentimientos interfieran excesivamente en tu trabajo y si no piensas remediarlo, nos veremos obligados a tomar medidas.

 

- Yo… siento mucho haberos causado problemas, pero… me temo que amo por primera vez, y me temo que ninguna decisión podrá cambiar que este sentimiento no se repita – dijo Boira.

 

(Los hombres de arena, muertos de envidia, se miraron unos a otros, y es que, ninguno de ellos había amado jamás)

 

- Entonces, me temo que deberemos quitarte tus ocupaciones y exiliarte, a partir de ahora, te será retirado el don de la inmortalidad, Boira.

Te deseamos suerte en lo que te quede de vida. Felices sueños.

 

 

La vida de Boira había dado ahora un vuelco inesperado, se encontraba de repente tirada en la calle, en plena noche, sin saber donde se encontraba y sin saber que futuro incierto le esperaría.

Confusa y asustada corrió y corrió hacia el único sitio que aún recordaba; la casa de Alejandro.

Sin embargo, al llegar al portal se detuvo, y con lágrimas en su rostro pensó:

¿Qué estoy haciendo? Él no me conoce, yo no soy nadie, nunca podría explicarlo.

 

Y desde ese momento, se quedó tumbada en el suelo, sin mas intención que la de dejarse morir. Estaba cansada.

 Había sido una vida tan larga…

 

The sandman (parte II)

The sandman (parte II)

A pesar de todo, había un niño madrileño que jamás había tenido una pesadilla (aunque sus amigos del colegio lo tenían por mentiroso).

Alejandro (así se llamaba el niño), era el protegido de Boira, su pequeño capricho.

 

Alejandro no era el mas guapo, ni el mas listo, ni el mas alto, ni el mas bajo. Pero tenia unas cualidades muy especiales;

Era un niño con una inocencia y una imaginación desbordantes y entrañables al mismo tiempo. Un niño que parecía conservar siempre esa esencia infantil que supuestamente se pierde con los años. Boira lo admiraba por eso y, en muchas ocasiones, se había pasado la noche a su lado, observando como él dormía y descuidando a la demás gente.

 

Había veces, en las que Boira incluso tenía la sensación de que Alejandro la podía presentir; puesto que este, intentaba conversar con el vacio y  daba gracias por sus sueños tan placenteros.

 

Poco a poco, Boira dejó de visitar a la gente de la zona que le pertocaba.

Solo visitaba, noche tras noche, a su niño adorado. Observando como crecía, como la vida le daba alegrías y disgustos y como, pese al tiempo, seguía manteniendo su niñez tan viva.

 

En mas de una ocasión Boira había llorado de celos (porque Alejandro también se enamoraba) y en mas de una ocasión había tenido que sobrevolar muchas calles para encontrarlo (porque Alejandro dormía en otras casas y camas), pero ésta nunca lo abandonaba, pasase lo que pasase.

La situación no era tan idílica para la gente de Madrid.

Desde hacia mucho tiempo no podían conciliar el sueño y, sin dormir, la gente estaba de mal humor y sus vidas no hacían mas que empeorar.

The sandman (parte I)

The sandman (parte I)

Como bien sabéis, por la noche, una gran familia de hombres y mujeres con sacos de arena se distribuyen por las casas para facilitar el sueño de la gente.

Estos seres, llevan una arena especial que, al arrojarla sobre nuestras cabezas, nos producen desde los sueños más felices hasta los más espantosos.

 

Érase una vez, hace muchos muchos años, o puede que no tantos, había una "chica del saco de arena" que se encargaba de otorgar sueños a los habitantes de Madrid. Esta chica se caracterizaba por su carácter alegre y bondadoso y todas las personas bajo su tutela tenían siempre unos sueños dóciles y apacibles.

 

Sin embargo, debéis saber, que estos seres no crecen ni decrecen. Siempre se mantienen en un mismo aspecto y su vida es tan larga que no mueren nunca.

 

Boira (así se llamaba la mujer del saco de arena de la que os hablo), con el paso del tiempo había ido perdiendo, poco a poco, su felicidad característica. Debido a que, aunque lo dudéis, es muy difícil otorgar felicidad a los demás cuando tu vida se basa única y exclusivamente en tu trabajo y además, nunca nadie te conocerá ni agradecerá tu trabajo, puesto que eres anónima.

 

Así como os cuento, su felicidad se apagaba con el paso de los años. Con su soledad nocturna y al observar con envidia, la tortuosa vida de las personas a las que cuidaba.

 

De esta manera, poco a poco cargaba su amargura con los demás y cada vez con más frecuencia la gente sufría pesadillas e insomnios injustificados.

La princesita (Parte II)

La princesita (Parte II)

Efectivamente, como bien dice Fenix, la princesita se había llevado sus libros sobre principes encantadores, porque no queria renunciar a sus sueños y a su infancia.

Cabalgó y cabalgó hasta que se vino el alba, en un pueblecito entre las montañas, perdido de la mano de Dios.

Y allá donde el destino la había abandonado, se estableció.

Encontró una casita que se pudo costear con algún trabajo que le ofrecieron.

Y así pasaban sus días otra vez, ahora en el anonimato y en la soledad. Pero se sentía tranquila, sin presiones ni falsos futuros.

 

Un día, mientras la princesita (esta vez vistiendo harapos) se encontraba buscando huevos en un pajar, fue sorprendida por un joven curioso, inquieto y despreocupado, como un gatito juguetón.

El joven vivía en el pueblo, en una familia humilde, trabajaba en lo que podía, pero por sus palabras, tenia grandes sueños y aspiraciones.

Sueños que durante el día le contaba con ilusión a la princesita, para que esta pudiese vivirlos durante la vigilia en la noche.

 

Con el tiempo, incluso antes de lo esperado, surgió el amor entre ellos.

 El joven veía en ella una princesita adorable y ella veía en él al hombre con el que había soñado (pese a que no era principe ni vestia de azul).

Sin embargo, el joven siempre pensaba que ella no lo amaba de verdad, creía no estar a la altura de sus ambiciones reales, se sentía triste y apenado.

Pero ignoraba muchas cosas. Ignoraba que la princesita no deseaba ver más príncipes teñidos, ni tampoco deseaba perder la vida en libertad que tanto le había costado conseguir, ni tampoco deseaba depender demasiado de alguien y perder sus propias facultades. No deseaba mostrarse vulnerable e ingenua.

 

Decidió pues, expresarse, la princesita y cogiendole de la mano con ternura le dijo:

 

Solo deseo lo mismo de siempre, solo te deseo a ti. Ignoras cuanto te amo e ignoras cuanto te adoro, por mi culpa, seguramente no te lo demuestro como debiera. Puede que no seas el esperado, ni seas azul o morado, ni tampoco adinerado, ni montes a caballo, ni tu futuro sea dorado.

Pero escúchame, estoy sintiendo, estoy latiendo a tu lado, si no lo escuchas, será que no quieres saberlo. Si no lo ves, será que estas ciego y tarado. Si no dejas que te ame, será que estas loco y cansado.

Deja que te convierta en el príncipe que todas desean pero que solo yo tengo, déjame vivir en el cuento con el que te llevo dentro.

 

Cuento de la princesita (parte I)

Cuento de la princesita (parte I)

Había una vez, en un reino muy muy lejano, una princesita ingenua que vivía felizmente, ignorando el complicado mundo que se tejía a su alrededor.

Los padres de la princesita, el rey y la reina, querían buscarle un marido, porque consideraban que la princesita ya tenía edad para casarse.

De esta manera fue como comenzó el proceso de selección del marido y  la princesita estaba conforme con ello.

Ella siempre había soñado con los príncipes azules que le habían explicado en cuentos, estaba ansiosa por poder ver, con sus propios ojos, al príncipe encantador.

 

Sin embargo, los días pasaban, uno tras otro. Y ninguno de los príncipes parecía ser azules, ni tan solo a morado se acercaban.

Algunos de ellos llevaban un tinte azul en sus ropas, pero no lograban superar la prueba del agua (consistía en encontrar un anillo en el fondo de el lago real) puesto que su ropa se desteñía.

Todo parecía indicar, según podía observar la princesita, que la realidad era muy cruda y que el tal príncipe azul era un engaño más del mundo adulto. Un príncipe que jamás había existido ni existiría.

 

Los días se hacían eternos y la princesita, ya muy resignada, no aspiraba ni tan siquiera a un príncipe violeta. Por lo visto los reyes empezaban a estar encantados con algún príncipe muy adinerado, el cual traería mucha riqueza y prosperidad al reino.

 

En sus largos paseos por los jardines, la princesita ya no podía pensar en otras cosas. Sentía la necesidad de escapar de ese lugar, de escapar de un futuro que no le gustaba, de robar todos los libros y llevárselos con ella, muy muy lejos.

 

Y de esta manera fue, en una noche cerrada, como la princesita huyó de palacio, sin nada más con ella que su propio caballo y un par de vestidos.

Dios... ¡estoy fatal!

Dios... ¡estoy fatal!

No os lo vais a creer pero... TENGO EXACTAMENTE EL MISMO JERSEI (sin cuello alto, pero oye, IGUAL de todos modos :P)

 Y ahora os estareis preguntando... y ¿que hacía esta tia loca mirando esta foto?

Vereis, es que llevo todo el día con la canción de - Smelly cat - enganchada y repitiendose sin control en mi cabeza, y ya sabeis, estas cosas te comen el coco. HASTA el punto de buscar fotos sobre el tema... en fin... puede que lo haya dicho ya hoy muchas veces pero lo repito: NO COMENTS.

Por cierto!! muchos no sabreis de que va la cancion y por favor, si no veis o habeis visto la serie de Friends no la intenteis escuchar, porque no os va a deleitar demasiado. Pero para el resto, vamos a saciar el ansia con la letra, aqui teneis, disfutarla :D

 Smelly Cat, Smelly Cat,
What are they feeding you?
Smelly Cat, Smelly Cat
It's not your fault

They won't take you to the vet
You're obviously not their favorite pet
Smelly Cat, Smelly Cat,
It's not your fault

You may not be a bed of roses
You're not friend to those with noses
I'll miss you before we're done
Or the world will smell as one

Smelly Cat, Smelly Cat,
What are they feeding you?
Smelly Cat, Smelly Cat
It's not your fault

(Phoebe) Oh are we done?

One, two, what's that smell?

Smelly Cat, Smelly Cat,
What are they feeding you?
Smelly Cat, Smelly Cat
You're getting fat

I think that I'm gonna be sick
It's your ears, and nose and pick
Part of it, tempt me

One, two, what's that smell?

All the dogs in the neighborhood
Are saying this for your own good
What, you're fat, so you can't run
No fun, I bet, No fun

Smelly Cat, Smelly Cat,
Porno makes you eat like that
I saw you in the shopping mall

Smelly Cat, Smelly Cat,
It's not your fault,
Smelly Cat, Smelly Cat,
It's not your fault
Smelly Cat, Smelly Cat,
It's not your fault

We know what was in your food
They say it might affect your mood

You smell like something dead (3x)

One, two, what's that smell?

(Phoebe)Yeah, that's not the song

 

Sew reveals madness. Reality or coincidence?

Sew reveals madness. Reality or coincidence?

Have you ever asked, that strange obsession of some people… sew (we spoke of women, peculiarly I don’t even meet a men who did it, although probably there’s someone). Clothes, pictures or any other material of multiple forms.  

Generally when we talked about people who sew, come to my mind the typical grandmothers seated in its rocking chair doing it. And if we stopped ourselves successively to think… a rocking chair which it hisses, that balances (ahead back, ahead back, successively) as long needles as a hand span (that move with masters) and eyes outside they orbit, fixed to a point, without blinking. Its really quite frightening the vision.

And sincerely I don’t feel the affective and familiar heat of the grandma, other things come to the mind ¡autistics (balance) assassins (super needles)!!So it’s so I have tried to find a point in common to these people whom they tile.  Before explaining the conclusions at which I have arrived, I must expose the truth because… ¡when I was young I sew the picture of a cat!! … My fault, even so, you cannot judge me, certainly in some ages you need to experience new things and new forms of life. If you are going to feel better, I leaves it, always I have been very butcher with the things that do not contribute anything to me.  

At first nothing saw of individual, avoiding the similarity with the spiders. But peculiarly, those people (at least the young ones) have a remarkable emotional instability. I don’t talk about that their couple is unstable with them, but rather the other way around, they are: unfaithful, false, spiteful and they try to pretend someone different. They try to play a role in the world and its life, a paper that makes them unhappy (because after all they aren’t this way!).

Maybe it’s just that they are anxious people unsatisfied, people who don’t find their place in the world or people who need to be constantly in different situations and with different people.  

Then, its hers fault? its fault of the art of the seam?Sincerely, I’m not sure. Chances, paranoia, fiction or reality?  

If I have to give my opinion, I prefer don’t be close to them.

Sencillamente exasperante

Reprocharme si me equivoco cuando digo que el ser humano, tanto que se las da, es cobarde como una gacela perseguida por sus cazadores.

Y la pregunta es, ¿nacemos cobardes? o por el contrario ¿la sociedad nos hace cobardes?

"Voy a hablar con la cabeza tapada, para que, galopando por las palabras, llegue hasta el final, y no me frene, de verguenza, al mirarte"  Socrates

O recordad también la famosa Julieta de Shakespeare cuándo admite que si no fuese por el manto de la noche que cubria su rostro, nunca hubiese anunciado tales declaraciones.

Y es que, así esta la gente, así va el mundo. ¿Siempre fue así? o las nuevas tecnologias, la renovada competividad, enlazada con las grandes aspiraciones, ¿nos incitan a tener un mundo interior muy amplio e un mundo real tan limitado?

Y es que, casualmente, todos los afiliados a internet són super extrovertidos y fantasticos. ¿Mentiras? sí, evidentemente. La tapadera se destapa al salir,al personarse y encontrarte con una persona que es incapaz de aguantar una mirada. Inseguridad y cobardia, en mayor o menor grado. Todos las hemos sentido, pero pocos las superan. Y es que donde vivimos, es mas fácil huir, que enfrentarte al mundo.

Es como si el famoso "Hakuna Matata" hubiese calado fondo en nuestros huesos de algodón. Si el mundo te da la espalda.. dale la espalda al mundo.

Se supone que así es la libertad, se como quieras ser, haz lo que quieras hacer. Y aunque, estas personas huidizas no hagan mal a nadie directamente, el daño que se hacen a sí mismos es enorme, como una caida libre, como unas paredes que aprisionan.

Y no puedo, mas bien no quiero imaginarme, que cerrado y triste seria todo si por el miedo al ridiculo nadie hablase, ni cantase, ni bailase, ni riese, ni llorase, ni besase, ni se moviese... ni saliera de su casa!!

Con mis palabras no pretendo despreciar ni ridiculizar a nadie, cada uno es como es y nadie es perfecto. Solo pretendo, desde mi humilde y poca experiencia, alentar a todos aquellos que no se atreven a tirarse a la piscina, lo que se puede conseguir con "cara dura", no tiene nombre...

El "no" ya lo tienes, no pierdes nada por intentarlo.